jueves, 28 de junio de 2012

Transitando el cuerpo como territorio

Junio 2012

Magda García von Hoegen
Investigadora
Sociología de la comunicación

Cuerpos esbeltos, obesos, anoréxicos, erguidos, encorvados, flexibles, rígidos… Cuerpos admirados, despreciados, convertidos en mercancía, ignorados, trabajados, transformados, llenos de silicón…

En algunas culturas, el cuerpo como vía de expresión; en otras, símbolo de pecado, parte del ser del que hay que alejarse…

¿Cómo nos relacionamos con esta ventana que nos muestra al mundo?

De astromistika.blogspot.com 
Me interesa pensar el cuerpo como el primer territorio habitado y analizar de qué forma se nos ha enseñado a alejarnos del contacto con él. Mientras más alejado esté el ser humano de sí mismo, es más fácil de manipular. ¿No sería lógico pensar que repetidas veces en la historia del mundo, apelando a la moral, religión o cultura, se haya concebido el cuerpo como lugar pecaminoso para tener mayor control de los miembros de la sociedad al obligarles a percibirse como seres fragmentados?

¿Qué implica el territorio? Más allá de un espacio comprendido entre fronteras geográficas, como comúnmente se entiende; es una construcción histórica, donde existen relaciones de poder. Dentro de un territorio pueden existir, sobreponerse y contraponerse varios territorios. Si trasladamos este concepto para entender el cuerpo, podemos ver que el mismo es un símbolo, tanto en su forma, color y estructura, como en los otros territorios que lo habitan; entre ellos, la ropa convertida en moda y en señal de status, de pertenencia. Por otra parte, es un espacio de luchas de poder, presiones, gritos de libertad. Cada uno (a) de nosotros (as) aprehende el mundo de forma distinta si transita con un cuerpo de mujer o de hombre.

La postura corporal es una grabación de nuestra historia, de la cultura, los pesos invisibles que llevamos y también de aquellas cargas que hemos soltado. Unos (as) llevamos tatuajes explícitos; pero todos (as) llevamos tatuada la herencia de las generaciones que nos antecedieron y huellas profundas de experiencias vitales propias; todo, en el cuerpo.

Entonces, ¿qué pasa si no escuchamos su voz? Yo diría que sufrimos un proceso de desterritorialización. ¿Qué es esto? Un “Proceso de pérdida del territorio derivado de la dinámica territorial y de los conflictos de poder” . Es decir, que estaríamos desconectándonos del primer lugar que habitamos. Si no somos capaces de integrarnos en lo inmediato, mucho menos podremos ser capaces de hacerlo como sociedad.

Desde la perspectiva de este concepto, también tiene explicación la causa de violar el cuerpo como ejercicio de poder. En diversas regiones del mundo se ha utilizado la violación de mujeres como arma de guerra. También es una práctica común en los hechos delictivos que vive día con día nuestro país; una acción profundamente enfermiza de quienes necesitan hacer valer la fuerza para reafirmarse. Si se destruye el cuerpo, se intenta matar lo más profundo de un ser humano y por ende, de una sociedad.

Sabrina Castillo

De magacin-gt.blogspot.com 
A pesar de ello, lo maravilloso del cuerpo es que tiene la capacidad de regenerarse; tiene los recursos para recuperar el equilibrio, eso si volvemos la atención hacia él.

Hace unos días tuve una conversación con Sabrina Castillo, directora del Instituto de danza e investigación del movimiento de la Url. Ella hablaba de que “todos (as) tenemos una sabiduría corporal”. El cuerpo habla, pero nosotros no le escuchamos, o lo hacemos solamente cuando grita en los momentos de enfermedad.

Sería importante retomar la comunicación, entender lo que realmente necesita, dirigir nuestra atención a los mensajes sutiles que nos envía. Como dice Sabrina “tu lado derecho puede aprender de tu lado izquierdo”.

El cuerpo es un gran maestro…

BIENVENIDOS AL BLOG IEH



Este es un espacio de discusión que el Instituto de Estudios Humanísticos para tratar temas de las distintas áreas de investigación que maneja el equipo de investigadores.